lunes, 9 de abril de 2012

NORMAS DE CONVIENCIA SOCIAL - 4º

NORMAS DE CONVIVENCIA SOCIAL


Una de las características de la persona humana es su sociabilidad. De allí, entonces que no podamos vivir solos sino que acompañados, rodeados de otras personas formando sociedades.

Fuera del grupo es difícil conservar y desarrollar la vida. Las personas tenemos necesidades de distinta índole que solos no podemos satisfacer.

Es en el medio social donde hombres y mujeres nos desarrollamos como personas humanas. Cada individuo forma parte de numerosas agrupaciones sociales: la escuela, el club deportivo, la junta de vecino, el sindicato, la empresa, el grupo religioso, el partido político, el centro de alumnos etc.

Distintos propósitos pueden tener las personas cuando forman grupos, sin embargo cuando se quiere realizar una tarea en común es preciso converger hacia un fin que sea acordado y aceptado por todos para que éste se logre realizar. Esta idea está presente cuando se forma una sociedad, una organización de personas. Cuando las costumbres, la cultura, el entorno geográfico y lazos afectivos unen a un grupo humano se habla de comunidad de individuos.

Tanto en las sociedades como en las comunidades existen normas y reglas que facilitan la convivencia, de no ser así, la vida entre varias personas con distintas características, intereses, ideas, etc., es difícil de llevar, especialmente cuando se debe respetar los derechos y deberes que cada uno tiene por igual.

Normas de comportamiento

Al vivir en sociedad, se hace indispensable un orden, un mecanismo que regule la conducta de las personas, de tal manera que se respeten los derechos y las libertades de todos por igual; con ello surgen las normas.

La norma es una ordenación del comportamiento humano según un criterio que conlleva una sanción al no ser cumplida. La norma también puede ser coactiva, la posibilidad de utilizar la fuerza para que se cumpla.

Las normas tienen como finalidad establecer cómo debe comportarse la persona, es un "deber ser" u obligación.

Existen variadas normas de comportamiento o "sistemas normativos". Estos son:

- La normas convencionales: Tiene por meta regular el actuar social de tal modo de lograr una convivencia lo más agradable posible. Varían según la cultura, la época, etc. No son coactivas pero existe una obligación forzada por el medio o grupo social al cual la persona pertenece.

- La norma jurídica: Es un conjunto de reglas que tiene por objeto ordenar y garantizar la vida en sociedad de la persona humana. Los valores que la sustentan son la seguridad y la justicia. Es de carácter imperativo y coercible pues impone deberes y obligaciones que han de ser cumplidos, pudiendo hacer uso de la fuerza en caso de no ser acatada.

- La norma moral: Apunta al perfeccionamiento del hombre, desde la perspectiva de su bien personal, su fin es la bondad. La sanción está dada por el hecho de no lograr el perfeccionamiento. Por otro lado es incoercible.

- La norma religiosas: Regula el comportamiento según un punto de vista sobrenatural. Su fin es que la persona alcance la santidad a través del convencimiento libre y espontáneo, no existe obligación de acatar los preceptos religiosos y la sanción es la no salvación del alma.


LA EDUCACIÓN MORAL

La educación moral es un proceso de elaboración personal, social y cultural que se produce al interior de una sociedad con normas y patrones culturales propios. Permite a las personas descubrir y acatar las normas sociales, así como desarrollar una autonomía que las impulsa a ser críticas frente a la realidad.

La construcción de la personalidad moral

1. La construcción de la personalidad moral parte de un doble proceso: la socialización, mediante la cual se adquieren pautas básicas de convivencia; y el reconocimiento de los puntos de vista, deseos o criterios que se valoran de manera personal.

2. En un segundo momento, la construcción de la personalidad moral se caracteriza por la transmisión de los elementos culturales y de valor que consideramos como normas deseables. En este sentido, nadie -o casi nadie- quiere prescindir de valores como la justicia, la libertad o la igualdad, ni tampoco abandonar el sistema democrático como forma de organización de la convivencia social. Igualmente, nos resistimos a dejar de lado propuestas morales como la Declaración de los Derechos Humanos. Estos elementos culturales son la base de creencias y hábitos morales.

3. Para progresar en la construcción de la personalidad moral es necesario que las personas desarrollen las capacidades de juicio, comprensión y autorregulación, a fin de que puedan enfrentarse con autonomía a los conflictos de valor y las controversias que se presentan con frecuencia en el ámbito social. Se trata de formar la conciencia moral autónoma de cada persona, para que sea el último criterio de su vida moral.

4. La construcción de la personalidad moral finaliza con la elaboración de una jerarquía de valores y normas morales que orientan la conducta hacia formas de vida satisfactorias. Se trata de construir una vida que merezca la pena ser vivida y que produzca felicidad a quien la vive.

No hay comentarios:

Publicar un comentario