3. ¿Por qué
filosofar hoy?
1º Para intentar
desentrañar cuáles son los fines que podemos y debemos proponernos racionalmente.
2º Para tratar de
alcanzar la dimensión de lo universal, rebasando la particularidad de las
ciencias y de las culturas.
3º Para proveernos
de criterios para la crítica racional que nos ayuden a combatir los
dogmatismos.
4º Para aprender a
argumentar nuestras ideas; es decir, aducir razones que los interlocutores
puedan comprender y, probablemente, aceptar.
5º Para
proporcionar un saber integrador de los distintos saberes, tanto en el
conocimiento como en la acción.
4. Aprender a
preguntar como filósofo
Las preguntas
propias de la filosofía son preguntas "radicales" en el sentido de ir
a la raíz del asunto. Por eso, han dado lugar a diálogos muy polémicos y han transformado
el modo de comprender la realidad.
Estas preguntas
tienen las siguientes características:
- Muestran la
curiosidad que sentimos por lo que nos rodea. Por ejemplo: ¿Cuál es el origen
del mundo?, ¿Existe una materia prima de la que está hecho todo?, etc.
- Expresan el afán
de conocerse a uno mismo. Por ejemplo: ¿Quién soy yo? ¿Qué sentido tiene mi
existencia? ¿Qué posiciones tengo para elegir?, etc.
- Conducen a deliberar
sobre problemas concretos que tienen que ver con nuestra forma de vivir, de actuar
con nosotros mismos y con los demás. Por ejemplo: ¿Hay formas de actuar más
humanas que otras? ¿Hay sociedades más justas que otras? ¿Ser justo implica ser
más feliz? ¿Qué es ser feliz?
5. Las grandes
preguntas de la filosofía
Desde los inicios
de su existencia, el ser humano se ha planteado preguntas sobre sí mismo y el
mundo que lo rodea. Estas cuestiones, por lo profundo de su significado, se han
convertido también en las grandes preguntas de la filosofía.
A. La pregunta por
el cosmos: Aunque la ciencia responde a las cuestiones sobre el mundo físico, la
filosofía plantea preguntas que estimulan a seguir investigando y nos ayudan a
comprender de dónde viene el mundo y nuestro lugar en él.
B. La pregunta por
la existencia: Se han planteado tres formas básicas de responder a esta
pregunta, que implica buscar la finalidad de la vida humana.
a. No hay sentido:
Establece que la existencia y el mundo son absurdos. No se puede dar sentido a
la vida, pues ni siquiera tiene sentido tal pregunta.
b. Hay un sentido
inmanente: Considera que la existencia tiene finalidad, significado o valor
dentro del propio existir humano.
c. Hay un sentido
trascendente: Plantea que hay un sentido más allá de la muerte y que trasciende
al mundo.
C. La pregunta por
el ser: A menudo nos quedamos perplejos ante algo que nos parecía real y que descubrimos
como pura apariencia. Por ejemplo, en la actualidad es común el término
"realidad virtual" para referirnos a los ambientes simulados por la
cibernética, los cuales parecen muy reales. Por ello, es importante conocer las
características del ser o los tipos de realidad existentes.
D. La pregunta por
la vida y la muerte: Para la filosofía, la vida es el elemento primordial del
ser humano, porque, a diferencia de los animales, es el único plenamente
consciente de que está vivo.
La muerte es, asimismo,
una realidad humana peculiar porque revela al hombre su condición de ser
existencialmente finito. Esta pregunta motiva la reflexión sobre los alcances y
las limitaciones del ser humano.
E. La pregunta por
la razón: El ser racional es un elemento distintivo de la especie humana frente
a las demás. Esta racionalidad impulsa al ser humano a la vida en sociedad, porque
este se comunica, relaciona y realiza dentro de una comunidad. Esta cuestión
busca los fundamentos racionales de la acción del ser humano.