En términos sencillos se podría decir que la globalización es la mundialización de las estrategias de los grupos en los diferentes sectores. Un fenómeno que no es internacionalización, sino una forma de comprender y vivir el mundo de manera homogénea. La globalización actúa en todas las áreas del quehacer humano, pero tiene ciertos sectores favoritos en las que es más evidente; la economía y la generalización de identidades y culturas.
La globalización nace por diferentes razones. Es la conformación de una especie de “caldo primitivo” –al igual que en los comienzos de la Tierra- que contiene procesos sociales, económicos y culturales. Se destaca, dentro de este apoyo al surgimiento de la globalización, la aparición de las tecnologías de la comunicación e información, los cambios en la concepción empresarial del “Primer Mundo”, la caída del muro de Berlín, entre otras muchas razones.
Otra razón de la globalización es el aumento de uniones entre empresas. Por ejemplo, en el área de las comunicaciones, grandes grupos empresariales se multiplican internacionalmente. Esto afecta a la prensa diaria, periódicos, producción de programas, programación de radio y TV, publicidad, bancos de datos, edición discográfica, entre otros.
La globalización es un proceso de cambio que tiene efecto en la humanidad como un todo, como una aldea común sin intervenciones de nuevas identidades, donde las fronteras de los países, reinos, sultanatos y culturas cumplen sólo un rol subordinado y de contextualización geopolítica.
La globalización busca homogeneizar. Es ahí cuando los humanos, o mejor dicho, los seres sociales deben incorporar las identidades. Usar la identidad y crearla mediante el pensamiento propio. Pensamiento que debe nacer en los lugares simbólicos, comunicacionalmente uniformes y al mismo tiempo sencillos en su aplicación a los usuarios. La comunicación logra el nacimiento y/o establecimiento de la identidad. La procesa, modifica, regenera y recicla según las necesidades sociales de los sujetos que se comunican.
¿Qué es la identidad
La identidad trata sobre el quién soy, quiénes somos y cómo nos constituimos. Es lo que constituye a una sociedad y la diferencia de otras.
Según un estudio realizado por los chilenos María Cristina Millaray y Llanquileo Romero, titulado La identidad cultural en los procesos de modernización: un análisis de los cambios de nombres en sujetos mapuche, existe una subdivisión de lo que se entiende por identidad. En las consideraciones generales del estudio queda en claro que la identidad contiene dos dimensiones relacionadas entre si mismas: social o colectiva y la personal o individual. Con esta consideración, queda expuesto que la identidad es un fenómeno bidimensional, sujeto con el sostén de la historia como fundamento para su comprensión y permanencia en el tiempo y en la sociedad. Es ahí donde la identidad se vuelve tal, gracias a la comunicación (comunicación de masas). La sociedad usa sus identidades para saber su procedencia, su presencia y su porvenir. El principal problema es que la misma identidad no puede hacerse cargo de su anulación luego de que una nueva identidad llega para instalarse sobre ella, negarla y borrar recuerdos, historia y lo nomenclado como propiedad. Es lo que actualmente viven la mayoría de las sociedades del mundo a causa de la globalización. Franceses, chilenos, ingleses, bolivianos, suahilíes, e incluso el mismo pueblo estadounidense –llamado el manipulador de esta nueva identidad única denominada vagamente globalización- no están exentos de la rapidez de los medios, de la invasión estrepitosa de nuevos quehaceres, nuevos nombres, representaciones de la realidad, historicidades y pensares.
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