Las enfermedades ya
no constituyen la principal causa de mortalidad e incapacidad entre los
adolescentes. Sus principales problemas de salud hoy son los accidentes viales,
el consumo de alcohol y drogas, los trastornos de la alimentación o las
conductas sexuales que conducen a embarazos no deseados e infecciones de
transmisión sexual. Todos estos problemas surgen debido a que adoptan
comportamientos de riesgo.
1. Factores de
riesgo y de protección
Un adolescente se
encuentra en riesgo no solo cuando en su entorno familiar o social existen
condiciones adversas para su salud, su proyecto de vida o su supervivencia,
sino también cuando faltan elementos protectores que contrarresten esos
riesgos. Por ejemplo, un adolescente que cuenta con una familia protectora y
asiste a una escuela que le brinda educación de calidad y, además, programa
actividades significativas para su tiempo libre, vivirá libre de adicciones aun
cuando en su barrio sea frecuente el consumo de drogas.
Entre los
principales factores de protección se encuentran los siguientes:
- El establecimiento de una relación emocional estable por lo menos con un padre o un adulto significativo.
- La existencia de redes sociales dentro y fuera de la familia, como, por ejemplo, parientes, vecinos, profesores o amistades.
- La existencia de
un clima educativo positivo, orientador, con normas y valores claros.
- La presencia de
modelos sociales que valoren el enfrentamiento positivo de los problemas
(padres, hermanos, profesores o amigos).
- El
fortalecimiento de características personales que permitan enfrentar
efectivamente las situaciones. Por ejemplo, la orientación optimista respecto a
los problemas, la capacidad de reflexionar y controlar los impulsos, así como
el desarrollo de habilidades comunicativas.
- Las experiencias que favorezcan el sentimiento de autoeficacia, la confianza en sí mismos y el autoconcepto positivo.
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